Friday, April 16, 2010

Bromosexuales dentro del armario

Escribe el magistrado De Domingo Martínez en La Opinión de Murcia acerca de fútbol y conceptos vertidos, según él, en la radiofonía de la madrugada post-clásico:

…volví a escuchar la radio, y descubrí un nuevo concepto que ignoraba, el de 'bromosexual', que los comentaristas lo aplicaban presuntamente a tres jugadores del Madrid.

Luego “divaga” y concluye que:

Se trata de un subgrupo de los homosexuales. Es un varón abiertamente gay, tomado frecuentemente por heterosexual entre la gente de su entorno. Es decir, aquella persona del sexo masculino que tiene rasgos y comportamiento de heterosexual, y que sin embargo es gay. O lo que es igual, que aún no ha salido del armario. Cosa que me parece muy bien, pues hasta ahí podíamos llegar.

Y aquí es donde hay algo que chirría. Perdone su señoría, pero un varón abiertamente gay ha tenido que, sí o sí, salir del armario. Y no, no es una persona del sexo masculino que tiene “rasgos y comportamiento de heterosexual”. No hay “rasgos y comportamiento de heterosexual”, queridos míos, ni tampoco hay “rasgos y comportamiento de homosexual”. Es decir, más allá del comportamiento sexual que tan queda definido por los prefijos “hetero-“ (diferente) u “homo-“ (igual). El resto son falacias, poses y máscaras. Osos hay (habemos) que disfrutamos sin fin con un buen partido de fútbol en el bar, regado con cerveza (particularmente yo, Estrella de Galicia, y este post no está patrocinado, aviso), y respetables padres de familia que se mueven con más plumas que las que en su día guardó el Baúl de la Piquer. En Chueca.com van a definir la “bromosexualidad” con un “¿Se puede ser abiertamente homosexual y pasar por hetero?”

Y claro que sí, en ese sentido somos muchos “bromosexuales” los que andamos por el mundo, entre otras cosas porque no solemos llevar sombra de ojos arco-iris, ni al salir del armario firmamos un compromiso que nos obligue a ponernos un pin que diga “Soy Gay” en la solapa, ni a anteponer la palabra “homosexual” a nuestro nombre: “Hola, ¿qué tal estás? Encantado de conocerte, me llamo Andrea” “Igualmente, yo soy Juan y soy gay”.

Otro asunto, que personalmente me preocupa mucho más, es el de en qué términos y en qué radio andaban “los comentaristas” hablando de bromosexuales del Madrid. Aunque, sabiendo que el mayor misterio de las retransmisiones deportivas es que el comentarista de televisión casi siempre se limita a describir lo que vemos, mientras que el comentarista de radio anuncia todo lo anunciable y se despreocupa de lo que ocurre en el terreno de juego hasta que suena el “gooooooooooooooooooooooooooolllllllllllllllllllll”… y es que, algún comentarista de según que radio, puede llamarte “cabrón hijoputa” como apelativo cariñoso. Donde no hay modales, qué vas a esperar.

Y sí, suena raro ver así un post en español en el blog este después de tanto tiempo, pero ya avisé hace unas semanas que lo mismo me ponía a hacer lo que me diera la gana un poco. Saludos.